Que algo vieron en el PRI y el gobierno durante las audiencias públicas sobre la reforma hacendaria que los llevó a posponer una semana la dictaminación.
No será este martes 8, como marcaba la ruta crítica hace una semana, sino hasta el martes 15 cuando la iniciativa se vote en comisiones. El tiempo apremia.
La propuesta energética sigue pautada para finales de noviembre.
:Que el PAN endurecerá a partir de hoy su discurso contra la iniciativa de reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto.
Ayer, por lo pronto, durante el arranque de las jornadas contra dicha propuesta, el líder nacional del partido, Gustavo Madero, aprovechó para placearse y darse baño de pueblo.
Madero se acercó a la gente, saludó a monjas, comió tacos de arroz en una fonda, acarició perros y bromeó con los parroquianos. ¡En plena campaña por la reelección, pues!
:Que las cosas en cuanto a organización siguen sin caminar en Morena. Ayer, otra vez, Andrés Manuel López Obrador reclamó a sus cercanos la baja concurrencia al mitin contra la reforma energética.
Le explicaron que muchos asistentes a la marcha, transportados en autobuses desde distintos estados y delegaciones del DF, sí llegaron al Centro Histórico, pero prefirieron irse de compras o darse una vuelta por la Alameda Central.
Y que para acabarla de amolar, la petición de apoyo a la movilización que hizo el presidente de Morena, Martí Batres, al secretario general del PRD, el bejaranista Alejandro Sánchez Camacho, tuvo como respuesta un no. ¡Ouch!
:Que, por cierto, la relación política entre López Obrador y Ricardo Monreal atraviesa un momento complicado después de que en Zacatecas el tabasqueño no logró los tres mil afiliados en la asamblea fundacional de Morena en esa entidad.
Después del fallido acto hubo varios reclamos, particularmente a Ricardo y a su hermano, el senador David Monreal, a quienes el ex candidato presidencial de las izquierdas responsabilizó de la falta de quórum, la segunda —después del fracaso en Hidalgo— en las seis asambleas que han realizado.