EL PAN, ¿DE QUÉ LADO VA A ESTAR?

06.09.2013 09:43

Pablo Hiriart

El PAN, ¿va a ayudar o no va a ayudar a la estabilidad del país ante la embestida lopezobradorista que ya se manifiesta en las calles, y que va a arreciar? No está clara la respuesta. El PAN sigue dividido, aunque se tomen fotos con abrazos y sonrisas. Lo fundamental no lo han resuelto.

Tendrían que entender que está en juego —como se los dijo Germán Martínez Cázares en su artículo del lunes en Reforma— la prevalencia de la democracia en el país.

Y no se aprecia una voluntad mayoritaria en el PAN, concretamente en el Senado, para definirse de qué lado están.

Los miembros de la CNTE, apuntó Martínez Cázares, no tienen derecho a ganar este duelo. “Deben ser sometidos porque no son una mera provocación al gobierno de Peña, sino un desafío a todo el sistema democrático”.

Y como aquí lo hemos apuntado una y otra vez, Germán Martínez advierte que este movimiento “no busca detener unas reformas modernizadoras, sino subvertir el orden constitucional vigente”.

Los maestros exigen lo imposible, a fin de ganar tiempo y que se empalme su movimiento con los que vienen por las reformas energética y fiscal.

Los senadores de Acción Nacional, en su mayoría y tal vez sin proponérselo, están en esa lógica de la CNTE: estirar la liga de los conflictos, mientras la calle se llena de manifestantes que militan en la causa desestabilizadora de AMLO.

Hoy celebramos el trabajo del Congreso para sacar adelante la Ley Docente, a pesar de las presiones que sus integrantes tuvieron de parte de los grupos radicales del magisterio.

Sin embargo esa ley estuvo a escasos seis votos de ser regresada a la Cámara de Diputados, porque la alianza PAN-PRD votó en contra de artículos, el artículo 79 de la Ley Docente en lo particular.

Estuvieron a seis votos de frenarla y de mandarla de regreso a la Cámara de Diputados.

Si en el Senado hubiera ganado la alianza PAN-PRD para regresar a Diputados la Ley Docente, estaríamos en una convulsión mucho mayor de la que tenemos. En los hechos, no habría reforma educativa.

Es cierto, los senadores panistas hacen política y tienen toda la razón en intentar sacar lo más posible de una negociación. Pero se les puede pasar la mano y, con su actitud, empoderar a los violentos.

Eso fue lo que estuvo a punto de pasar en el Senado. Y puede ocurrir con la reforma energética.

Un PAN dividido, por estirar la liga demás, puede convertirse en instrumento de los que quieren desestabilizar al país y tumbar el sistema democrático.


phl@razon.com.mx