EL HOMBRE DETRÁS DE LOS CAUDILLOS
José Contreras
El líder de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) del PRD, René Bejarano, promueve la modificación de los Estatutos para que Cuauhtémoc Cárdenas vuelva a ocupar la dirigencia nacional de este partido.
No es que Bejarano sienta un gran respeto por el fundador del PRD —nunca lo ha tenido—, sino que cree que es la única forma de romper la continuidad de los Chuchos de Nueva Izquierda en la dirigencia nacional.
En diferentes etapas de su carrera política Bejarano se ha beneficiado del caudillismo que ha regido la vida del PRD.
En la víspera de las elecciones del 2000, el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, perfilaba a Rosario Robles como su sucesora.
Pero Bejarano, quien había fabricado su propia estructura clientelar en la capital de la República, no pensaba lo mismo.
Acompañado de algunos de sus colaboradores más cercanos, Bejarano viajó a Villahermosa, Tabasco, para pedirle a quien había sido dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, que buscara la jefatura de Gobierno del DF.
López Obrador se encontraba en Tabasco analizando si había condiciones o no para postularse como candidato del PRD al gobierno de ese estado, como lo había hecho seis años antes.
Pero la oferta que le fue a plantear Bejarano le pareció más atractiva.
Bejarano puso a disposición de López Obrador toda su estructura clientelar, primero para ganar el proceso interno del PRD y luego para derrotar a los candidatos del PRI y del PAN en la elección constitucional.
Surgía así el nuevo caudillo, quien en poco tiempo desplazaría a Cárdenas de los reflectores.
René Bejarano fue uno de los principales beneficiarios del ungimiento de López Obrador como nuevo caudillo, pues se convirtió en su principal operador político.
Una vez que el tabasqueño ganó las elecciones, Bejarano fue primero secretario particular del jefe de gobierno, con amplias facultades, y luego presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
En la actual coyuntura, Bejarano tiene la encomienda de López Obrador de sacar a los Chuchos de la dirigencia nacional del PRD.
Y la única forma de garantizar que así sea, es mediante la construcción de una candidatura de unidad en la persona de Cárdenas.
De lograrlo, el Señor de las ligas —mote que adquirió Bejarano tras los videoescándalos— mantendría su fidelidad al caudillo que él encumbró, ahora en plena tarea de formación de otro partido, y al mismo tiempo le quitaría a Jesús Ortega el control del PRD.
No es la primera vez que Bejarano y su corriente intentan recurrir a la figura de Cárdenas como su salvador, ante el dominio de los Chuchos.
A principios de 2011, IDN se alió con otras corrientes minoritarias del PRD para crear el llamado G-8, una especie de bloque anti-Chuchos.
El G-8 buscó al ex gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, para pedirle que asumiera la dirigencia nacional del PRD y así frenar a los Chuchos, quienes se perfilaban para ganar por segunda vez consecutiva el proceso interno.
En ese entonces, un incondicional obradorista, Alejandro Encinas, planteó la posibilidad de modificar los Estatutos para permitir la reelección y pedirle a Cuauhtémoc Cárdenas que se postulara.
Ahora Bejarano pretende aprovechar la resurrección del caudillo original para neutralizar a los Chuchos y evitar que sumen un tercer periodo consecutivo al frente del PRD.
Bejarano hará la propuesta formal de reforma a los Estatutos durante el Congreso Nacional del PRD, que tendrá lugar al final de la próxima semana.
La propuesta, desde luego, no le hará mucha gracia ni a los Chuchos ni al PRI ni al gobierno federal, al cual no le disgustaría la continuidad de esta corriente en la dirigencia nacional del PRD.
Pero… ¿Y a Cárdenas?
OFF THE RECORD
**GENTLEMAN REMIX
En marzo pasado, un empleado del hotel CondesaDF, propiedad de unos sobrinos de Miguel Sacal, el Gentleman de las Lomas, fue secuestrado, extorsionado con arma de fuego y torturado psicológicamente para que firmara su renuncia.
Seis meses después de sufrir esa agresión, la víctima aún espera que se haga justicia.
En la denuncia número CUAH5/531/1303, presentada ante la PGJDF, Félix Carlos Roldán Bocanegra narra los hechos y ofrece los nombres de sus agresores.
Pero la PGJDF sólo detuvo a uno de ellos y lo dejó libre porque falseó los datos.
La PGJDF se negó a investigar a fondo.
**EL OTRO CUAUHTÉMOC
El dirigente del PRI en el Distrito Federal, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, pasa por una mala racha.
Pero desaprovecha a la gente valiosa que tiene a su alrededor.
Cuenta con un excelente vocero, el ex diputado local Rafael Luviano Delgado, quien tiene mucha capacidad de interlocución con los medios.
El problema es que Cuauhtémoc le amarró las manos y le impide operar, por miedo a que se le caigan algunos acuerdos con el GDF.
La racha por la que atraviesa Cuauhtémoc es mala
Y pronto será peor.
**BELISARIO
Lo mejor que podrían hacer los senadores para homenajear a
Belisario Domínguez es dignificar al Poder Legislativo.
¿Cómo? Con un trabajo serio a favor de la ciudadanía y no a favor de los poderes fácticos.
Imposible pedir eso cuando ni siquiera son capaces de respetar el Reglamento de la Medalla Belisario Domínguez.
Porque no lo respetarán. Ya lo veremos.