CRÓNICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO

27.09.2013 13:05

José Contreras

Las autoridades estatales y municipales de Guerrero no supieron con cuatro días de anticipación del desastre que se avecinaba. Lo supieron por lo menos desde diciembre del año pasado.

En un documento emitido en diciembre del año pasado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió sobre el riesgo de desastre que había en varias zonas del estado de Guerrero, en especial en Acapulco, Chilpancingo, Atoyac y Coyuca de Benítez, a causa de algún “fenómeno hidrometeorológico”.

En el documento titulado Diagnóstico de Vulnerabilidad Guerrero, la Conagua advirtió del riesgo de inundaciones y desbordamiento de ríos.

Esos lugares mencionados fueron precisamente los mayormente afectados por el paso de la tormenta tropical Manuel entre el 15 y el 17 de este mes.

La Conagua consignó en el documento de diciembre lo siguiente: “persiste la fuerte presencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos con fuertes precipitaciones, que podrían incrementarse con el cambio climático, afectando directamente a las poblaciones costeras como Ometepec, San Marcos y Cuajinicuilapa en la Costa Chica; y Coyuca de Benítez, Atoyac, San Jerónimo y Tecpan de Galeana en la Costa Grande”.

También, dice la dependencia federal, se podrían ver afectados algunos puntos específicos “como las regiones turísticas de Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo, y poblaciones importantes como: Chilpancingo, entre otras”.

Añade: “esta situación se propicia, principalmente, por la inexistencia de un ordenamiento territorial adecuado y la falta de respeto a la normatividad actual, así como a la falta de planificación de los gobiernos municipales, que permiten asentamientos humanos en zonas de alto riesgo.

“En conjunto, a la falta de programas de atención a la población sin vivienda, así como la difusión inadecuada de avisos de situaciones de riesgo a estas poblaciones, ante la presencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos”.

En ese documento, que no tiene desperdicio, la Conagua advirtió desde diciembre que era necesaria “la reubicación de asentamientos irregulares  ubicados principalmente en zonas de alto riesgo y zonas federales de cauces”.

Mencionó como  “prioritario” reubicar los asentamientos que están sobre los cauces de los ríos La Sabana en Acapulco;  Huacapa en Chilpancingo y Arroyo Agua de Correa, en Zihuatanejo.

Los dos primeros ríos se desbordaron y arrasaron con todos los asentamientos irregulares e inundaron varias colonias regulares de Acapulco y Chilpancingo a causa de la tormenta Manuel.

La Conagua advirtió que en esos y otros ríos había puentes que eran utilizados como viviendas, lo que representaba un riesgo para la población que habita en ellas y para la población en general de las ciudades de Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Iguala, Taxco, Cd. Altamirano y otras.

Además, en los ríos La Sabana y La Garita, en Acapulco, y en el río Huacapa, en Chilpancingo, había puentes vehiculares cuya altura era menor a lo requerido,  para evitar ser alcanzados por el agua en caso de crecimiento de los ríos.

Según el diagnóstico, el estado de Guerrero cuenta con 142 kilómetros de infraestructura de protección contra inundaciones, los cuales representan apenas el 15 por ciento de la infraestructura que se requiere.

El siguiente párrafo, ubicado casi al final del documento de 18 cuartillas, es clave: “la Dirección Local (de la Conagua) en Guerrero, en coordinación con la Gerencia de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (G PIAE), elaboró documentos para la atención de emergencias y base de datos, “los cuales se han entregado al Gobierno del Estado y Presidencias Municipales”.

Las autoridades de Guerrero no solo fueron advertidas del desastre nueve meses antes, sino que recibieron de la Conagua manuales para enfrentar la contingencia, los cuales evidentemente no utilizaron.

¿La tragedia se puso evitar?

Digamos que la llegada de Manuel no se hubiera podido evitar de ninguna manera.

Pero sus efectos destructivos sí se pudieron haber atenuado, si las autoridades estatales y municipales de Guerrero hubieran hecho caso a la muy anticipada advertencia de la Conagua.

OFF THE RECORD

**CONTRA LA TRATA

El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, estuvo ayer en la Secretaría de Gobernación.

No por el escándalo en que se encuentra involucrado su antecesor interino, sino para hablar del delito de trata de personas.

Moreira es presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Conago.

En esa calidad, Moreira propuso llevar a cabo acciones coordinadas para combatir la desaparición y la trata de personas.

Muy atenta la escuchó la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón.

**DE LA GREÑA

Algunos liderazgos del PRI en el Distrito Federal intentaron arreglar sus diferendos…a golpes.

El pasado martes, Ángel Israel Ochoa, delegado de la Secretaría de Gobernación en el DF, acudió a un foro organizado por la Secretaría de Desarrollo Agrícola local.

Ahí se encontró al secretario de Elecciones del PRI-DF, Juan Carlos Vázquez, a quien literalmente retó a golpes.

La intervención de los equipos de ambos impidió el choque…no de trenes, sino de… tranvías.

Usos y costumbres de algunos priistas.

**CARTELERA POLÍTICA

La película de la semana es: Con el agua al cuello (1975) del director Stuart Rosenberg.

Sinposis: El personaje principal hace todo lo necesario para complicarse la existencia, hasta que termina como el título del filme: con el agua al cuello.

El protagonista es el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, quien por sus errores y omisiones se encuentra así: con el agua al cuello.